En el momento en que tu empresa necesita más personas para ayudarte, de repente, de un día para otro, ya eres un gerente. Has construido tu negocio lo mejor que has podido por tu cuenta y ahora necesitas caras nuevas en el lugar de trabajo. Esas primeras responsabilidades de administración pueden ser desalentadoras, y es normal tener un poco de temor.
Sin duda, estás pensando en todos los grandes gerentes para los que has trabajado y las cualidades que tenían. Liderazgo, inspiración, motivación, apoyo: los grandes gerentes tienen tantas cualidades y estarás preocupado en estar a su altura. Se va a esperar mucho de ti, pero ¿qué puede hacer para desterrar los nervios y convertirte en el tipo de gerente que la gente respetará y con quien disfrutará trabajando?
Aquí hay cinco consejos para recordar que te mantendrán concentrado:
1. No pierdas tu pasión.
Necesitas contratar porque tu negocio ha crecido, y ese crecimiento se debe a tu pasión por lo que haces y el impulso que te ha dado para tener éxito.
Es prácticamente inevitable que tu nuevo rol de administración te aleje de algunos de los aspectos del negocio que has disfrutado en las etapas iniciales, pero no pierdas de vista las razones por las que comenzaste el negocio. Aún debes arremangarte y sumergirte en lo que sea necesario.
Pero date una palmada en la espalda por la forma en que está creciendo tu negocio, y observa tu pasión para comunicar tus estándares y valores a tu nuevo equipo para que el crecimiento continúe.
2. Necesitas mirar, escuchar y aprender.
En tu nuevo rol te verás administrando a personas con las que no has trabajado anteriormente, y puede ser que estés trayendo personas para comenzar a entregar procedimientos y procesos con los que no has estado involucrado anteriormente. Dale a esta gente el espacio y el respeto para hacer el trabajo para el que las has contratado. Tratar de controlar todos los detalles desde el primer día simplemente te hará fallar.
En su lugar, tómate el tiempo para familiarizarte con tu nuevo equipo, como colectivo y como individuos, y aprender de ellos. Elije sus conocimientos, cómo funciona y por qué, y qué debe abordar como prioridad.
Te valorarán buscando tu opinión y respetando tu experiencia. El espíritu del equipo se verá reforzado y el equipo te apoyará a medida que crezcas en tu función de gestión.
3. No eres un superhéroe.
Incluso cuando eres un gerente con mucha experiencia, vas a fallar de vez en cuando. Necesitas aceptar eso desde el primer día.
La conciencia de tus fortalezas y debilidades es muy saludable, y otro factor importante en tu nivel de confianza. Asegúrate de buscar ayuda cuando la necesites. Aquí es donde tu propia red te ayudará. Busca el apoyo de quienes se encuentran en una posición similar y de quienes han tenido la experiencia de hacer crecer un negocio y pasar a administrarlo. ¡Lee libros también!
No es una debilidad pedir ayuda. Es lo correcto como gerente, ayudar a construir una ética de equipo y aprender de la experiencia de ver el problema resuelto.
4. Necesitas ser el jefe.
Es posible que tengas miedo al tomar tus primeras decisiones de gerente, pero necesitas tener la confianza para hacerlo y respaldar esas decisiones. Tu equipo buscará dirección.
No sigas cambiando de opinión o postergando. Eso causará una falta de confianza en ti que se irradiará a través de tu equipo. Sé valiente y quédate con tus armas.
5. Necesitas divertirte.
Ser entusiasta es contagioso y genera confianza, así que mantén un enfoque positivo y trata de divertirte. El trabajo es algo serio, pero mantenerte positivo ayuda a que todo se logre un poco más fácil.
Recompénsate a sí mismo y al equipo cuando las cosas vayan bien y no te detengas en los contratiempos. ¡Diviértete, jefe!
Traducido de: 5 Things to Remember Now That You’re the Boss